Las tres etapas del Selfbondage
 

El Selfbondage es como la conquista del espacio, es peligrosa, muchas cosas pueden ir mal y puede haberse llevado una vida por pequeños errores en la planificación o fallos mecánicos. Nadie debería enviar una nave al espacio sin saber como traerla de vuelta. Este texto trata de mostrar las similitudes entre los viajes al espacio y el Selfbondage.

 

Paso uno: Planear, probar y comprobar.

Tu primera tarea es planear que quieres hacer. ¿Cuánto quieres estar atado? ¿Que quieres que pase mientras estas atado? ¿Qué materiales vas a usar? ¿Qué método vas a utilizar para soltarte? ¿Cuales son los peligros? ¿Qué puede fallar?

Una vez hayas contestado a todas esas preguntas, llegas a la hora de probar. ¿Funcionara la postura que has elegido con el método para soltarte? ¿Vas a usar esposas con sistema de doble cierre? ¿Caerá la llave donde tienes pensado? ¿Puedes respirar sin ningún problema mientras llevas la mordaza? ¿Puedes desatar esas esposas si las atas a la espalda? Prueba todo muchas veces. Las cosas pueden funcionar bien por separado pero pueden fallar totalmente cuando las combinas con otras.

Cuando hayas probado todo, es hora de comprobar todo. ¿Es razonable todo el plan? No planees estar dos semanas en un hogtie. Mantente dentro de la sensatez. ¿Son las llaves realmente las del candado?  ¿Funcionan las esposas? ¿Funciona el método para liberarte? (El método de liberación por hielo funciona muy mal si dejas el hielo en la nevera...) ¿Has cerrado puertas y ventanas? ¿Cerrado el gas? ¿Has apagado la luz cuando dependes de ella para liberarte? Todas esas cosas son sumamente importantes pero también deberías comprobar si hay baterías nuevas en el vibrador.

 

Paso dos, despegando.     

Una vez estés seguro/a de que todo esta comprobado y funcionando, estas listo para volar. Cierra ese último candado y esclavízate. Una vez estés en el aire, no hay mucho que puedas cambiar. Es tarde para darte cuenta de un problema una vez estés sin salida. Ahora estarás con el hasta el final. Si el paso uno lo realizaste con cuidado, este paso debería de ser placentero. Sin embargo, cualquier cosa podría fallar. “Houston tenemos un problema” sirve para os astronautas, no para ti. Tu estas solo/a sin nadie que te ayude. Engañarse en el paso uno puede tener devastadores resultados aquí. El Challenger exploto debido a un fallo en la comprobación del tanque de gasolina antes del despegue.


 

Paso tres, Aterrizaje

¿Os acordáis del Columbia? ,  Todo fue perfecto hasta el momento del aterrizaje. Al aterrizar todo fue mal. ¿Por qué? Debido a un pequeño fallo en el despegue. Tan pequeño que nadie se dio cuenta en ese momento. El aislamiento del morro de la nave estaba dañado, esto podía hacer el regreso a la tierra imposible. Esto te puede ocurrir a ti. Todo puede ir perfecto hasta la liberación. Tus brazos pueden estar dormidos por una mala circulación de la sangre. Puedes haberte colocado las esposas de manera incorrecta, haciendo imposible abrirlas, incluso puedes darte cuenta que el hielo que tiene la llave aun esta en el frigorífico.  ¿Y un corte de corriente? ¿No es tu culpa verdad? No, pero si es culpa tuya no prevenirlo para poder liberarte. Siempre debes usar 2 sistemas diferentes de liberación como mínimo. No uses dos sistemas que estén relacionados, como que funcionen con electricidad ya que si esta falla fallarán ambos. Siempre deberías usas la técnica de liberación con miel como solución en “caso de que todo falle”


 

No te dejes engañar por la experiencia. El Capitán del Titanic, era uno de los capitanes mas experimentados del mundo. Aun así cometió un pequeño error que costo la vida a más de cien pasajeros y tripulantes. La historia esta llena de desastres que pudieron evitarse de manera sencilla.

 

Acordaros del Titanic, Challenger y Columbia


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